Llega la borrasca Elsa y aunque ayer tuvimos un día de parón parece que la lluvia viene para quedarse. Para nosotras eso no debería ser un impedimento para continuar con los planes de camino. Porque por muy extraño que parezca uno de los mejores recuerdos de camino que tenemos es cuando en febrero del 2000 decidimos hacer el Camino del Norte, ya podéis imaginar, el agua venía de todas partes pero llegar fue todo un logro reconfortante.
Hacer el Camino de Santiago tiene “su aquel” como decimos aquí, un encanto especial que te dejará huella para siempre y es que estás donde estás y para esto también tenemos nuestro modo de decirlo “Galicia, aguas mil” por eso cambia el chip, mira hacia delante y planifica el camino.
Sin duda la primera ventaja que tiene organizar el camino portugués en temporada de lluvias es precisamente que la mochila se prepara a conciencia y el agua no te cogerá del todo desprevenido. Aquí dejamos algunos consejos para pasar los días de lluvia en el camino:
- Aunque cuentes con ropa técnica el poncho es el gran aliado del camino.
- Las zapatillas aunque estén preparadísimas para el agua, necesitarán un cuidado mínimo al llegar al albergue si has pasado horas y horas caminando sobre el agua. Nada como papel de periódico.
- No escatimes en una bolsa estanca para llevar la ropa de repuesto, aseguras que cuando llegues al albergue estará seca. Nosotras preferimos una buena bolsa protectora que el plástico!
- Un pantalón de aguas para proteger tu pantalón técnico siempre aseguran la empapadura.
- Aunque os parezca increíble, la cinta americana la hemos visto utilizar en muchísimas ocasiones, soluciones rápidas como proteger la zona de las zapatillas donde van los cordones.
- Cuando termines tu larga etapa bajo la lluvia la mejor recompensa es una ducha bien caliente y una infusión de jengibre para evitar resfriados.
